16 sept 2010

Probable origen del nombre "La Floresta"


(De Emilio Juan Vattuone)

Los periódicos porteños editados al promediar el siglo pasado designaban con tal denominación a la zona que circundara la primitiva estación ferroviaria, terminal del entonces Camino de Fierro del Oeste.
El vocablo se utilizó tradicionalmente precedido por el artículo, tal cual nos ha sido reiterado por diversos convecinos pertenecientes a familias de antiguo arraigo.
El origen presumible arrancaría del local público de recreo -propiedad del señor Soldati y conocido entonces como Kiosco de La Floresta-, cuya ubicación, según surge de la consulta de planos de la época, corresponde actualmente a la mitad de cuadra del 3700 del pasaje Chilecito, entre Joaquín V. González y Bahía Blanca.
El periodista Oscar Ríos Mármol infiere que la denominación se adoptó espontáneamente, pues se desconoce la existencia del acta de fundación. Señala que más bien ha sido inspirada por la frescura que durante la temporada estival ofrecían zonas arboladas que tornaban propicio el lugar para veraneo y excursiones (1).
A continuación reproducimos el fragmento perteneciente al autor Hugo R. Corradi, tomado de la obra citada en la introducción: "Todavía no ha podido establecerse fehacientemente el origen del nombre de paraje, deduciéndose que podría haberlo motivado la vegetación del lugar o de las referidas quintas, o la denominación de algún comercio de la época, como pulpería, posta o tambo". Al respecto, Javier Marrazzo, en su "Nuevo Diccionario Geográfico-Histórico de la República Argentina", editado en 1921, consigna el siguiente dato que, por lo curioso, transcribimos: "Floresta, su nombre viene de un café que, como descanso y recreo se estableció en el primer tramo del ferrocarril del Oeste". En realidad, creemos que Marrazzo debió haber utilizado el término "kiosco" en lugar de "café", tal como citan las crónicas periodísticas en ocasión de la llegada del primer tren al lugar.
Por nuestra parte, corresponde señalar que, transcurridas tres décadas, el Consejo Consultivo del entonces F.C.O. dispuso fijar nuevo nombre a la estación, que desde el 10 de agosto de 1888 fue designada Vélez Sársfield; con posterioridad, tal denominación se hizo extensiva al barrio, según consta en Ordenanzas del Concejo Deliberante -Libro 37 (folio 319)- en cuyo texto, y atento a lo solicitado por la Comisión de Fomento de La Floresta para que fuese elevada a Parroquia de Vélez Sársfield, ello aparece de pública conveniencia en razón de su importancia y notorio incremento demográfico, así como por hallarse debidamente determinadas las calles que limitarán su radio. Data el respectivo decreto -que dispone, a los efectos civiles, la erección de la Parroquia de Vélez Sársfield- del 19 de diciembre de 1895. Tan dilatada superficie, cuyos límites enumeraremos parcialmente, extendíase: hacia el oeste hasta la actual Avda, Gral. Paz; al este, Quirno-Argerich; al norte, Avda. San Martín; y al sur, las avenidas Juan Bautista Alberdi y del Trabajo.
Al pie del documento que suscriben Roca y Antonio Bermejo, se observa el sello del Ministerio de Justicia, Culto e Instrucción Pública.
La innovación significó, en cierto modo, el desplazamiento de una denominación distintiva y tradicional que, por imperio del arraigo afectivo conquistado, anudábase con lazos entrañables en la sensibilidad vecinal.
Un apreciable margen en que se mezclan dudas y confusión hemos podido comprobar entre buen número de residentes locales, ante la disyuntiva de mencionar la verdadera denominación del barrio al cual pertenece su respectivo domicilio.
El punto hallará su razonable dosis de esclarecimiento con sólo remitirse a la consulta de las fuentes, representadas por periódicos y antiguas guías, además de cronistas e historiadores y numerosos planos catastrales; dichos testimonios son coincidentes en el uso del topónimo La Floresta como propio de la zona.
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(1) Cfr. revista "Aconcagua", Nº 49, febrero de 1934, págs. 48, 49 y 65). 
Tomado de: "El barrio de La Floresta; reminiscencias de su pasado". (Bs. As, 1977)  
Imagen: "La Morocha", fábrica de hielo en Mercedes y Avellaneda, Floresta, (Fotografía tomada en 1913).